En la tarde de este jueves 9 de septiembre se llevará a cabo la tercera jornada del ciclo de conferencias “El Combate de la Financiación del Terrorismo en el Cono Sur” organizado por el Centro de Estudios sobre Seguridad Hemisférica, Terrorismo y Criminalidad Financiera (CESH) de la Universidad de Buenos Aires junto con la Fundación de Investigaciones en Inteligencia Financiera (FININT) y con el auspicio de Infobae.
La charla estará a cargo de Javier Martinez Sanchiz, asesor legal de la Dirección Ejecutiva del Comité contra el Terrorismo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. El experto disertará sobre “Las obligaciones emanadas del consejo de seguridad de la ONU en el combate global al terrorismo y su financiación”, y en diálogo con Infobae adelantó algunos de los temas que abordará en su exposición.
- Si tuviera que destacar algunos puntos de su conferencia ¿Qué dos o tres tópicos quisiera subrayar?
- Estaba ahora precisamente haciendo un esquema de lo que voy a decir. Creo que es muy importante subrayar dos o tres cosas. La primera es que se cumplen 20 años del atentado del 11 de septiembre que, desde luego, supuso un cambio de paradigma por parte de la comunidad internacional en ese momento. Quince días después de ese atentado se aprobó por parte del Consejo de Seguridad la resolución 1373 que para mí, lo he utilizado muchas veces el término, es la “biblia” del contraterrorismo en el mundo. Es un poco irreverente el término pero creo que es suficientemente explícito y lo que en el fondo quiere decir es que ahí se recogen todas las medidas que los Estados deben poner en práctica para evitar que un ataque terrorista tenga lugar, y sobre todo, con el fin de llevar a los terroristas ante la Justicia por un lado y segundo que no exista un santuario para ellos en ningún país del mundo. Esa resolución tiene una serie de apartados y establece una serie de medidas que los Estados deben poner en práctica. Es una resolución aprobada por el capítulo 7 de la Carta de Naciones Unidas, por consiguiente es de obligado cumplimiento para todos los países miembros.
Ese es el primer punto que conviene subrayar, en estos días sobre todo. El lunes de la semana que viene hay una reunión abierta del Consejo para esa conmemoración y para explicar un poco cuál es la evolución de los países después de la aprobación de la resolución 1373. Y adicionalmente hubo una reunión de los grupos de trabajo donde participó precisamente el Dr. Marteau de la red global de cooperación con la Dirección Ejecutiva del Consejo de la que forma parte el CESH de la Universidad de Buenos Aires como único centro latinoamericano y que de alguna forma también presentaron cuál es un poco la situación de la amenaza desde la perspectiva de los “think tanks”, esta reunión tuvo lugar el día 3. Es un poco lo que se hace en la conmemoración de este 20 aniversario de la resolución 1373. Creo que ese es un punto que quiero subrayar al principio para después ir desglosando un poco cuál es la evolución en la región y cuáles son los temas que más me preocupan. Cuando daba una charla o una conferencia siempre ponía una foto de las Torres Gemelas después de los ataques y preguntaba a los participantes ¿ustedes se acuerdan perfectamente qué estaban haciendo cuando se produjo el atentado? Y efectivamente casi todo el mundo se acordaba qué estaba haciendo. Sin embargo, nos damos cuenta que vivimos en una sociedad en la que 20 años después todos aquellos que tienen menos de 30 años no tienen ese recuerdo y han vivido de una forma completamente ajena al atentado del 11 de septiembre. Incluso con explicaciones de todo tipo por parte de institutos o de organizaciones más o menos interesadas en difundir otro tipo de explicaciones. Lo curioso de esto es que al final se produce un relativismo enorme en la sociedad. Entonces los atentados terroristas importan solamente cuando nos afectan. Consideramos que todo aquello con lo que no estamos relacionados directamente no tiene repercusión para nosotros y eso produce que exista un relativismo social ante el terrorismo que lo único que permite es que se baje la guardia por parte de los Estados que no lo consideran prioridad porque ven la amenaza como muy lejana. Ahí es donde nosotros tenemos que poner un poco de énfasis porque un atentado terrorista puede ocurrir en cualquier parte del mundo a cualquier persona. Baste recordar a los argentinos que murieron en Nueva York en el otoño de 2017. Siempre hay víctimas, y el tema de las víctimas, en el cual insisto muchísimo, es lo que nos hace seguir trabajando en estos temas. No tiene ningún sentido trabajar en temas de control del terrorismo sino para evitar que se produzcan nuevas víctimas y sobre todo, para recordar el testimonio de todas ellas.
- ¿Qué es lo que están haciendo para impedir ese relativismo social que menciona?
- Para evitar ese relativismo social que se produce, esa especie de “no nos importa nada hasta que realmente nos ocurre”, hay un constante conservar la memoria precisamente de las víctimas. Que no nos cambien el relato. Aquí hay unas que son víctimas y otros que son verdugos, son terroristas. Se produce a veces una especie de movimiento social que trata de justificar a los unos sin respetar los mínimos derechos de los otros y todo eso también es importante que lo conservemos en mente cuando estamos hablando de estos temas.
Eso es un poco el escenario global, después voy a intentar explicar en la conferencia cuáles son los nuevos temas, las nuevas resoluciones, las nuevas obligaciones tanto en temas más generales como los de financiación, los vínculos entre criminalidad organizada y terrorismo, etc. Eso ya es un objeto de un desarrollo más pormenorizado.
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